En 'We Are All Made of Glue', la vida de Georgie Sinclair se está desmoronando. Su marido la ha dejado, su hijo está obsesionado con el fin del mundo y, para colmo, su vecina anciana, la señora Shapiro, ha decidido que son parientes. O eso le informa el hospital cuando la señora Shapiro tiene un accidente y nombra a Georgie como su familiar más cercano. Sin embargo, este no es un caso de una visita rápida a la sala: la señora Shapiro tiene una casa grande y destartalada llena de gatos apestosos que necesita cuidados y que un par de agentes inmobiliarios parecen decididos a estafarle. Además, están los 'Inútiles' tratando de repararla (inútilmente). Luego está la trabajadora social que quiere meterla en una residencia de ancianos. Por no hablar de unas cartas que apuntan a un pasado misterioso y doloroso. Mientras Georgie hace todo lo posible por reconstruir la vida de la señora Shapiro, de alguna manera debe evitar que la suya propia se desmorone.