En el verano, que había sido largo, caluroso y sangriento, se acercaba el otoño con temperaturas más frescas. Tal vez la gente no estaría tan inclinada a matarse entre sí. Pero ella lo dudaba. El último caso de homicidio de Eve Dallas es particularmente cruel. Una joven madre, Elisa Maplewood, es encontrada violada y estrangulada en el parque, con el cuerpo desnudo, excepto por lo que parece ser una cinta roja atada alrededor de su cuello. Mientras Eve comienza a investigar a los amigos y familiares de Elisa, una oferta de ayuda proviene de una fuente poco probable. La única razón por la que Eve acepta reunirse con la psíquica Celina Sánchez es que es amiga de un amigo. Pero Celina afirma haber experimentado visiones del asesino y puede recitar detalles precisos del caso, detalles que la policía ha mantenido en secreto. Tampoco es una cazadora de gloria, no quiere que su nombre se revele a los medios. Atormentada por las visiones de muerte que ve, todo lo que quiere hacer es ayudar a Eve a atrapar al criminal para que la dejen en paz. Aunque Eve sigue siendo escéptica sobre las habilidades de Celina, sirve al bien mayor y utilizará todos los recursos que pueda para rastrear al asesino antes de que vuelva a atacar.