Annie y David Crayce son la pareja perfecta, con un matrimonio lleno de amor, tres hijos maravillosos y un negocio familiar próspero. La vida no podría ser mejor, hasta que ocurre lo impensable. David se convierte en el principal sospechoso de un asesinato cometido hace veinte años. Annie está segura de la inocencia de su marido, pero si él no es culpable, entonces su padre o su hermano deben serlo. Mientras la policía investiga el caso, Annie también lo hace, buscando respuestas en sus viejos diarios. Todo se reduce a unas pocas horas perdidas que no puede resolver, y Annie comienza a dudar de la persona que creía conocer mejor: su esposo.