En "L'oeil vivant", Jean Starobinski explora la creación literaria a través de la mirada, analizando obras de Corneille, Racine, La Bruyère, Rousseau y Stendhal. El autor examina cómo la exigencia del acto de ver trasciende la realidad visible, adentrándose en el mundo de la imaginación y cómo esta búsqueda, a menudo frustrada, puede llevar a diversas perversiones como el exhibicionismo, el voyeurismo y el sadismo. Este ensayo ofrece una profunda reflexión sobre la relación entre la visión, el deseo y la literatura.