En la duodécima entrega de la serie Harry Hole, el detective se enfrenta a un desafío personal y profesional sin precedentes. Tras una noche de excesos, Harry se despierta con las manos y la ropa manchadas de sangre, presagio de un enfrentamiento con un antiguo y letal enemigo. La trama se complica cuando debe lidiar con sus demonios internos y tomar decisiones que pondrán a prueba su integridad y su capacidad para resolver crímenes.