En este libro, Jean-Louis Faure comparte un testimonio original y un breve panfleto sobre una generación que experimentó el colapso de su país, la amargura de la ocupación y una liberación manipulada. Faure critica la hipocresía y la complacencia de una Francia que, según él, no se ha recuperado del cataclismo de 1940 y sus secuelas. El autor expresa su descontento con la facilidad con la que Francia se considera vencedora, sumiéndose en una mentira que le produce una profunda vergüenza.