Este libro de Alain Buzelay, publicado en 1996, explora la integración y desintegración europeas. A medida que Europa avanza en su integración, algunas de sus regiones se desintegran, ya sea pacíficamente o no. La integración, que responde a la necesidad de reagruparse o de reagruparse de otra manera, es un concepto dinámico que la historia no puede congelar. La Unión de los Quince se ve obligada a una dialéctica que cada ampliación acentúa. La necesidad de convergencia, ajuste y redistribución, indispensable para su éxito, podría convertirse en causa de su fracaso.