Julia Potter decide separarse de su marido infiel. Tras la separación, Julia se da cuenta de que está sola, como madre soltera con dos hijos adolescentes, un corte de pelo desastroso y sin idea de qué hacer a continuación. Poco a poco, Julia empieza a reconocer las ventajas de estar sola: la oportunidad de conocer gente nueva y hacer nuevos amigos, cambiar su peinado, deshacerse de su ropa vieja, experimentar con una nueva imagen, resucitar su carrera de fotógrafa, viajar por el país con una banda de chicos y, en resumen, redescubrirse fuera del contexto de esposa leal y madre obediente. También redescubre las alegrías de las citas. Después de algunos comienzos en falso, se encuentra aprendiendo más sobre los talentos, musicales y de otro tipo, del cantante principal de la banda más famosa de Gran Bretaña. Julia ciertamente se ha conseguido una vida, pero queda preguntarse si es el tipo de existencia que quiere vivir permanentemente, o si vale la pena salvar su matrimonio en crisis. Ligera, humorística y a veces sorprendente, las batallas de Julia con este antiguo dilema resultan instantáneamente reconocibles pero muy entretenidas, con un giro en la historia que puede sorprender o desconcertar.