Antonio Bolívar vive solo en una cabaña en la selva amazónica tras la muerte de su esposa. Dos veces al año, espera a su amigo Rubicundo Loachamín, quien le trae nuevas novelas románticas. Estas deben ser tristes, con mucho desamor, pero también con un final feliz. Antonio pasa el tiempo leyendo en la selva, que conoce como nadie gracias a su amistad con los Shuara. Un día, el cadáver de un inglés aparece horriblemente mutilado, y solo Antonio comprende que no fueron los nativos quienes lo mataron, sino una hembra de ocelote que vengó la muerte de sus crías. Para evitar más víctimas, obligan a Antonio a cazar al animal, dando inicio a una dramática lucha entre el hombre y la naturaleza.