En este libro radical y visionario, McKenzie Wark argumenta que la información ha empoderado a una nueva clase dominante. A través de la propiedad y el control de la información, esta clase emergente domina no solo la mano de obra, sino también el capital tal como se entiende tradicionalmente. No se trata solo de empresas tecnológicas como Amazon y Google, incluso Walmart y Nike ahora pueden dominar toda la cadena de producción a través de la propiedad de poco más que marcas, patentes, derechos de autor y sistemas logísticos. El nuevo ruling class utiliza los poderes de la información para sortear cualquier obstáculo que los movimientos laborales y sociales pongan. Capital Is Dead ofrece no solo las herramientas teóricas para analizar este nuevo mundo, sino también formas de cambiarlo.