En este libro, Christian Demortier narra su experiencia como niño indio adoptado por una familia belga. A través de su relato, explora los desafíos de crecer entre dos culturas y la búsqueda de su identidad. Demortier reflexiona sobre las dificultades de la adopción internacional y las diferencias culturales, ofreciendo una perspectiva personal y conmovedora sobre este tema complejo. Su testimonio es valioso para cualquier persona interesada en la adopción, la identidad y las relaciones interculturales.