En 1928, Richard Kennedy, de dieciséis años, fue puesto bajo la tutela de Leonard Woolf en la imprenta de los Woolf después de una educación poco exitosa en Marlborough College. Como responsable de preparar el té, empaquetar cajas y otras tareas domésticas, Kennedy observó el entorno social del sofisticado grupo de Bloomsbury mientras giraba en torno a la Hogarth Press. Unos cuarenta años después, ya como ilustrador profesional, plasmó en papel sus recuerdos de su tiempo con Virginia y Leonard Woolf con detalles cándidos y a menudo divertidos. Este libro ofrece una mirada única al grupo de Bloomsbury, ilustrado con bocetos del propio Kennedy.