La novela cuenta la historia de dos grupos de niños de pueblos vecinos, Longeverne y Velrans, que están en guerra entre ellos. No usan armas de verdad, sino que luchan con palos, piedras y mucha imaginación. Cada vez que un grupo captura a un enemigo, le quitan los botones, los tirantes y los cordones de la ropa como trofeo de victoria, para que vuelva a casa con la ropa cayéndose. Esto provoca risas, enfados y castigos por parte de los adultos. A lo largo del libro, los niños viven aventuras llenas de humor, amistad y rivalidad, pero también aprenden sobre el valor, la justicia y la importancia de la unión.