Gran espejo isabelino en caoba tallada a mano (siglo XIX), con espejo original. Pieza de gran tamaño y elegante presencia, lista para lucir en decoración o colección.
Magnífico espejo de pared de estilo isabelino (ca. 1850–1870), realizado en madera de caoba maciza, tallada a mano con profusión de volutas y hojas de acanto.
Conserva su espejo original, que presenta ligeras trazas de óxido propias del paso del tiempo, lo que confirma su autenticidad. La estructura se compone de un marco base liso de 1,5 cm de grosor sobre el cual se fijan las tallas decorativas, creando un conjunto elegante y equilibrado.
La pieza ha sido tratada con éxito contra xilófagos, garantizando su conservación a largo plazo.
En la parte baja del dorso falta un pequeño tramo del refuerzo de 1,5 cm de grosor, lo cual no afecta a su estabilidad ni a su estética frontal.
El dorso fue reforzado posteriormente con un chapón más moderno para asegurar la sujeción del cristal, una intervención habitual en piezas de esta antigüedad. El acabado mantiene su tono natural, oscurecido por la aplicación tradicional de cera de abejas.
Medidas:
Un espejo de gran presencia, ideal tanto para coleccionistas como para decoración de interiores clásicos, que aporta distinción y carácter histórico a cualquier espacio.
Large Elizabethan hand-carved mahogany mirror (19th century) with original mirror. A generously sized piece with an elegant presence, ready to be displayed in a home or collection.
Magnificent Elizabethan-style wall mirror (ca. 1850–1870), made of solid mahogany, hand-carved with a profusion of scrolls and acanthus leaves.
It retains its original mirror, which shows slight traces of rust typical of the passage of time, confirming its authenticity. The structure consists of a smooth, 1.5 cm thick base frame onto which the decorative carvings are fixed, creating an elegant and balanced ensemble.
The piece has been successfully treated against wood-eating insects, ensuring its long-term preservation.
A small section of the 1.5 cm thick reinforcement is missing from the lower back, which does not affect its stability or its frontal aesthetic.
The back was later reinforced with a more modern veneer to secure the glass, a common intervention in pieces of this age. The finish maintains its natural tone, darkened by the traditional application of beeswax.
Measurements: