El simbólico día Primero de mayo de 2010 se inauguró en Shanghai, con espectaculares ceremonias, la nueva edición de una de las instituciones capitalistas por excelencia, aquella que comenzó en el Crystal Palace de Londres en 1851. Aprovechando la Exposición Universal de París de 1889, la de la Torre Eiffel, que conmemoraba el primer centenario de la Gran Revolución Burguesa, organizaron los marxistas un Congreso Internacional Obrero Socialista paralelo, que pasaría a ser considerado como el primero de la Segunda Internacional, de la cuarta generación de la izquierda. Como es natural, la pequeñoburguesa y afrancesada Oficina Internacional de Exposiciones impidió que la quinta generación de la izquierda, la Unión Soviética, pudiese celebrar una Expo que fuera homologada internacionalmente. El Pueblo ha podido mostrar hoy, en Shanghai 2010, que los ciudadanos del mundo pueden confiar en un futuro