Diseño: El timbre cuenta con un diseño decorativo que incluye un escudo heráldico, elementos florales y una banda con la inscripción "TIMBRE PARA FACTURAS". Este estilo era común en los sellos de época, reflejando el arte gráfico de su tiempo. Material: Generalmente, los timbres se imprimen en papel específico que puede variar en calidad y textura. Este tipo de papel es susceptible al desgaste, por lo que la condición de conservación es crucial para su valor. Los timbres fiscales tienen una larga historia en España, vinculándose a la necesidad de regularizar transacciones financieras y garantizar el pago de impuestos. El uso de timbres para facturas comenzó a extenderse en el siglo XIX, con la intención de formalizar el comercio y mejorar la recaudación tributaria del Estado. Curiosidad: Muchos coleccionistas valoran los timbres no solo por su función legal, sino también por el arte y la heráldica que representan, convirtiéndolos en objetos de colección deseables.