Estamos en la piel de un niño en los años sesenta un pasado no tan lejano como podría parecer. Si buceamos en él encontraremos muchas claves de nuestro presente. Al mismo tiempo asistimos al despertar de una conciencia que no es sólo una conciencia moral y social sino literaria. Esto convierte a Joanín el protagonista en un testigo. De la vida de sí mismo y de nosotros seamos niños de ahora o seamos niños de antes o de fuera del tiempo.