«¿Qué hago en un guardarropa con este tío??Haría mejor en deshacerme de recuerdos la verdad.?Pues hazlo ?responde él asintiendo?. En serio. Cuéntamelo todo. Yo haré igual. Vamos a contárnoslo todo. ?Parece un soldado o algo así como si estuviera junto a un autobús con un petate del ejército?. Sería como entregar un informe.?Confesiones ?digo.?La revelación completa.?Una buena advertencia.Me coge la mano y me besa la palma.?Lo digo en serio. Hagámoslo. Podemos escribirnos cartas.Ahora ya parece cachondeo.?Vale ?digo mientras me pregunto si estamos hablando en serio.?. Nada de e-mails.?En absoluto ?dice?. Cartas de verdad: tinta y papel el lote completo. Seremos como esos colonizadores que esperaban el Pony Exprés junto a la ventana con su gorrito y todo.?Pero no podremos ser sinceros y cortejarnos al mismo tiempo.?Olvidémonos de la seducción. ?Ya no es un soldado sino más bien un scout peinado con el dedo y responsable?. Me comportaré como es debido. Me ceñiré a las confesiones y al pasado. Y luego si queremos volvemos a quedar después de haber dicho todo lo que necesitábamos soltar.?A lo mejor te arrepientes ?le aviso.?A lo mejor tú también.».