Autor: Carlos Sebastián, CARLOS SEBASTIAN
ISBN: 8416495521
EAN: 9788416495528
España esta estancada desde principios de la decada de los noventa. Es cierto que hay unas pocas empresas españolas punteras y tambien algunos emprendedores exitosos, pero el conjunto de la economia diverge de la de los paises europeos mas avanzados. El estancamiento se debe a que desde finales de los ochenta el marco institucional no ha mejorado. Lo ha hecho en algunos aspectos, pero al tiempo ha sufrido un notable deterioro en otros. Nos encontramos continuamente con disfunciones que entorpecen la eficiencia y el emprendimiento. Normas confusas y cambiantes, incumplimientos de leyes por parte de la Administracion, ineficacia de la justicia, violacion de leyes por ciudadanos y empresas... Un coctel de atentados a la seguridad juridica que puede resultar paralizante. La escasa calidad de muchas regulaciones, que con frecuencia favorecen a unos pocos, los sesgos que tienen las administraciones publicas en sus decisiones y las pesadas cargas que estas imponen a pequeños empresarios y autonomos redundan en lo mismo. Y tambien lo hacen algunas actitudes que se han enquistado en la ciudadania. Hay fallos en la educacion, pero la baja eficiencia española se debe sobre todo a las restricciones que impone el marco institucional, consecuencia de como se ejerce el poder: ocupacion por parte de los partidos politicos mayoritarios de las instituciones, tinte marcadamente clientelar de la accion politica y devaluacion de las leyes. La intensidad de este Estado clientelar condiciona muchas decisiones de las administraciones publicas, incluidas buena parte de las violaciones de leyes que estas cometen. Un Estado clientelar genera una sociedad alejada de la meritocracia, lo que contribuye a que se desarrollen valores adversos a la eficiencia. Reformar esto es posible, aunque el camino este lleno de dificultades.España esta estancada desde principios de la decada de los noventa. Es cierto que hay unas pocas empresas españolas punteras y tambien algunos emprendedores exitosos, pero el conjunto de la economia diverge de la de los paises europeos mas avanzados. El estancamiento se debe a que desde finales de los ochenta el marco institucional no ha mejorado. Lo ha hecho en algunos aspectos, pero al tiempo ha sufrido un notable deterioro en otros. Nos encontramos continuamente con disfunciones que entorpecen la eficiencia y el emprendimiento. Normas confusas y cambiantes, incumplimientos de leyes por parte de la Administracion, ineficacia de la justicia, violacion de leyes por ciudadanos y empresas... Un coctel de atentados a la seguridad juridica que puede resultar paralizante. La escasa calidad de muchas regulaciones, que con frecuencia favorecen a unos pocos, los sesgos que tienen las administraciones publicas en sus decisiones y las pesadas cargas que estas imponen a pequeños empresarios y autonomos redundan en lo mismo. Y tambien lo hacen algunas actitudes que se han enquistado en la ciudadania. Hay fallos en la educacion, pero la baja eficiencia española se debe sobre todo a las restricciones que impone el marco institucional, consecuencia de como se ejerce el poder: ocupacion por parte de los partidos politicos mayoritarios de las instituciones, tinte marcadamente clientelar de la accion politica y devaluacion de las leyes. La intensidad de este Estado clientelar condiciona muchas decisiones de las administraciones publicas, incluidas buena parte de las violaciones de leyes que estas cometen. Un Estado clientelar genera una sociedad alejada de la meritocracia, lo que contribuye a que se desarrollen valores adversos a la eficiencia. Reformar esto es posible, aunque el camino este lleno de dificultades.