Es muy raro encontrar objetos tan singulares y en este estado de conservación, como estas dos etiquetadoras de precios de finales de los años cincuenta.
En esos años, los establecimientos comerciales con el fin de simplificar el trabajo de marcar los precios de los artículos a mano uno a uno, en una incipiente modernización, introdujeron estas máquinas para automatizar el proceso. Inicialmente fueron máquinas de sobremesa. Eran caras y las pocas que se vendieron, enseguida se quedaron anticuadas al aparecer los modelos manuales modernos. De este tipo dejaron de venderse, pero como eran tan caras, los establecimientos que las comercializaban, las fueron conservando en su inventario y es sí como han podido llegar hasta hoy estas dos máquinas, totalmente nuevas.
De construcción robusta y cierto diseño modernista, son aparte de coleccionables, unos bonitos objetos decorativos. .