Una cámara pegada a la piel y los gestos de los cadetes que se preparan para volar. Mirando, como uno más, a quienes más adelante serán solo números y caras indistinguibles, embarcados en misiones estratégicas. Y en medio una tregua: los momentos en los que subimos al avión y volamos con ellos. De niños querían ser pilotos. Entran con el anhelo de volar y se convierten en militares. A qué tendrán que renunciar para alcanzar su sueño?