"Para Jill Johnson (Camilla Belle), era el trabajo de canguro perfecto. Los padres se han ido, la nevera está llena y los niños ya están acostados en sus camas. Pero entonces suena el teléfono, y una voz inquietante pregunta: ""¿Has ido a ver a los niños?"". Encerrada en casa, con las luces apagadas y las cortinas echadas, Jill, aterrorizada, llama a la policía, que localiza la llamada... y descubre que han llamado desde el interior de la casa. Cuando Jill sube para ver a los niños, la noche que pensaba pasar tranquila está a punto de convertirse en una pesadilla de tensión, terror y nervios."