Forman parte de los 16 entrepaños del Casón del Buen Retiro pintados por el napolitano. Todos ellos se perdieron y hoy en día conocemos el aspecto que tenían gracias a los grabados ejecutados por Juan Barcelón (1739-1801) y Nicolás Barsanti, realizadas a partir de bocetos de José del Castillo (1737-1793), a quien ante el alarmante deterioro debido a la la humedad, y para que quedara testimonio de las mismas, se le encargó su restauración. Este pintor hizo un copia reducida de ellas al óleo, y siguiendo sus dibujos, fueron grabadas por Juan Barcelón y Nicolás Barsanti entre 1777 y 1785. Aún así las pinturas no sobrevivirían pero sí los grabados.